Tod@s encerramos muchas ideas, imágenes, recuerdos, vivencias y particularidades. Y lo que vemos de noche no se puede ver necesariamente de día. De vez en cuando debemos viajar en compañía de las estrellas.
Entonces buscamos nuestro lugar físico y/o psíquico, al que hay que acercarse a él con cierta preparación, pues se podría caer en la tentación de ahogarse durante su estancia allí. Se llega a través del anhelo o la búsqueda de algo que se entrevé por el rabillo del ojo y es un lugar donde hay un mayor ritmo de actividad o actos que exigen una mayor conciencia.
A pesar de estas actividades tan bien practicadas, buena parte de lo que allí ocurre siguen envueltas en el misterio y rompe con las leyes "éticas" que conocemos.
Entonces buscamos nuestro lugar físico y/o psíquico, al que hay que acercarse a él con cierta preparación, pues se podría caer en la tentación de ahogarse durante su estancia allí. Se llega a través del anhelo o la búsqueda de algo que se entrevé por el rabillo del ojo y es un lugar donde hay un mayor ritmo de actividad o actos que exigen una mayor conciencia.
A pesar de estas actividades tan bien practicadas, buena parte de lo que allí ocurre siguen envueltas en el misterio y rompe con las leyes "éticas" que conocemos.
2 comentarios:
Esta entrada la has escrito imagino durante el intervalo que está entre el fin de la jornada de mañana y el inicio de la jornada de tarde, verdad amiga? cuantas vueltas dan nuestras cabecitas en esos momentos.
Hola compi! pues no, la verdad que en ese intervalo suelo estar 'saturá' y lo dedico a cosas fáciles, que no requieren de mucha concentración. Mi mejor y mayor momento de lucidez, o eso creo, es por la noche, antes de dormir aún ya cansada de la actividad del día. Ya ves..
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